Un estudio realizada por ISACA, una asociación que trabaja en el área de la ciberseguridad, encontró que un 87 por ciento de los encuestados espera ver un aumento de las violaciones de datos de pagos móviles en el próximo año.
No obstante, de los 900 expertos consultados, el 42 por ciento usó este método de pago en 2015.
El relevamiento sugiere además que las personas que utilizan los pagos móviles es poco probable que sean disuadidas por las preocupaciones de seguridad.
Otros datos de la encuesta muestran que los profesionales de ciberseguridad están dispuestos a equilibrar los beneficios con los riesgos de seguridad percibidos de los pagos móviles. Además, el 77 % cree que los pagos móviles no son seguros para mantener la información personal. Casi la mitad (47%) dice que los pagos móviles no son seguras y el 30% no está seguro.
El 89 por ciento de los especialistas opinó que el efectivo se consideró es la forma de pago más segura, pero sólo el 9% prefiere usarlo.
Por otro lado, los informes indican que los pagos sin contacto seguirán creciendo. En este sentido, el mercado de transacciones de pago móvil global alcanzarán los 2,8 billones de dólares en 2020.
Las principales vulnerabilidades asociadas a los pagos móviles son:
El uso de WiFi público (26%)
Dispositivos perdidos o robados (21%)
Phishing / shmishing (ataques de phishing a través de mensajes de texto) (18%
Contraseñas débiles (13%)
Error de usuario (7%)
No hay vulnerabilidades de seguridad (0,3%)
