- El Open Banking puede sumar hasta un 1,5% adicional al Producto Bruto Interno de los países, por la mayor eficiencia del sistema financiero
- En América Latina, podría permitir el acceso a productos crediticios a más de 250 millones de personas no bancarizadas
- Los datos transaccionales pueden convertirse en un activo valioso para la generación de ingresos
El Open Banking ya no es solo una tendencia emergente, sino un cambio de paradigma que está redefiniendo el ecosistema financiero global. Según estudios de Juniper Research, se estima que el volumen de transacciones impulsadas por Open Banking alcanzará los 116.000 millones de dólares en 2026, un crecimiento del 2.800% en comparación con 2021.
Por otro lado, un informe de McKinsey indica que el Open Banking podría generar hasta un 1,5% adicional del PIB en la economía real de los países, por la la mayor eficiencia del sistema financiero.
En América Latina, la adopción de Open Finance podría contribuir significativamente a la inclusión financiera, permitiendo el acceso a productos crediticios a más de 250 millones de personas no bancarizadas, según datos del BID.
A través del acceso de datos mediante APIs seguras, las instituciones pueden mejorar su propuesta de valor, optimizar la eficiencia operativa y generar nuevas fuentes de ingresos.
Frecuencia Money es un medio comprometido con este objetivo que mejora todos los aspectos de la industria, por eso, es un tema clave en nuestros eventos, por sus implicaciones tecnológicas, regulatorias y comerciales.
El marco regulatorio como catalizador
El Open Banking no existiría sin un marco regulatorio que lo respalde. Iniciativas como la PSD2 en Europa han impulsado la transformación al exigir a los bancos que proporcionen acceso a terceros a la información financiera de los clientes bajo su consentimiento. En América Latina, países como Brasil han adoptado modelos similares, promoviendo la competencia y la innovación.
Desde la perspectiva de cumplimiento, las entidades financieras deben garantizar la seguridad de los datos mediante protocolos avanzados de autenticación y encriptación.
La adopción de normas como ISO 20022 o el uso de OAuth 2.0 para la autorización de accesos se vuelven imprescindibles para una integración sin fricciones con terceros proveedores (TPP, por sus siglas en inglés).
Nuevas oportunidades de monetización
Para las entidades financieras, el Open Banking abre nuevas vías de monetización. A través de APIs comerciales, los bancos pueden ofrecer servicios premium a fintechs y empresas de otros sectores que buscan integrar funcionalidades financieras en sus plataformas. El modelo BaaS permite a los bancos licenciar su infraestructura para que terceros desarrollen productos financieros sin necesidad de una licencia bancaria propia.
Además, los datos transaccionales pueden convertirse en un activo valioso para la generación de ingresos. La analítica avanzada y el machine learning permiten segmentar a los clientes con mayor precisión y ofrecer productos personalizados: desde créditos a medida, hasta recomendaciones de inversión basadas en patrones de gasto.
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Experiencia del cliente: en el centro
Uno de los beneficios más tangibles del Open Banking es la mejora en la experiencia del cliente. La integración de servicios financieros con aplicaciones de terceros permite a los usuarios acceder a información consolidada de sus cuentas en diferentes bancos, agilizando la toma de decisiones financieras.
Los pagos instantáneos a través de APIs, la autenticación biométrica y la inteligencia artificial en la gestión financiera automatizada son solo algunas de las innovaciones que los bancos pueden adoptar para diferenciarse en un mercado altamente competitivo.
Financiación alternativa
El Open Finance también está transformando el acceso al crédito. Los modelos de evaluación basados en datos alternativos permiten a prestamistas evaluar el riesgo crediticio con mayor precisión, ampliando el acceso a financiamiento para pymes y emprendedores. Según el Banco Mundial, este enfoque podría reducir la brecha de financiamiento para pymes en mercados emergentes, estimada en más de 5 mil millones de dólares.
La interoperabilidad de sistemas, la resistencia al cambio dentro de las instituciones y la seguridad cibernética son aspectos clave que requieren atención prioritaria para este cambio histórico en la industria.
Los bancos deben evaluar su madurez digital y definir estrategias de colaboración con fintechs para maximizar el valor del Open Banking. En un entorno donde la lealtad del cliente ya no está garantizada, la rapidez en la adopción de modelos abiertos determinará qué entidades liderarán el nuevo ecosistema financiero.
