- Itaú Unibanco se prepara para emitir la primera stablecoin desarrollada íntegramente en un banco privado latinoamericano
- La institución no apunta a crear una herramienta especulativa, sino un instrumento financiero que pueda mejorar la infraestructura interna
En un escenario global en el que la tecnología Blockchain está cambiando la naturaleza de los servicios financieros, Itaú Unibanco —el banco más grande de Brasil y de Latinoamérica— ha revelado que contempla la emisión de su propia stablecoin, siguiendo la senda de otras instituciones financieras que ya han incursionado en este espacio.
Itaú Unibanco: un paso más cerca de una moneda digital propia
Itaú Unibanco está explorando la posibilidad de emitir una stablecoin doméstica. Según Guto Antunes, Head of Digital Assets del banco, esta idea cobra aún más sentido ante la creciente legitimación de las stablecoins como herramientas financieras estratégicas en Estados Unidos y Europa.
Antunes declaró en un evento reciente de la industria que «la capacidad del Blockchain para liquidar transacciones de forma atómica no puede ser ignorada», y que el tema está en la agenda activa del banco. Esta declaración subraya el interés de Itaú en usar stablecoins no como un producto especulativo, sino como una solución técnica para mejorar la infraestructura financiera interna.
Con más de 55 millones de clientes, el Banco Itaú cuenta una base masiva para poder testar este tipo de innovación, pero también dependerá que el marco regulatorio brasileño lo permita.
Stablecoins bancarias: ¿quiénes lideran la tendencia?
Hasta la fecha, dos casos de stablecoins emitidas directamente por bancos han ganado notoriedad:
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JPM Coin (de JPMorgan Chase)
Diseñada para facilitar transferencias interbancarias y pagos internacionales entre clientes institucionales, respaldada por dólares y operando dentro de la red blockchain Onyx de la propia entidad. -
Signet (de Signature Bank)
Aunque el banco colapsó en 2023, su stablecoin fue pionera en facilitar pagos digitales instantáneos para clientes institucionales, dentro de una red cerrada y con garantía fiat.
Ambas stablecoins comparten características clave: respaldo en moneda fiduciaria, circulación restringida a redes internas y uso exclusivo para clientes verificados del banco. Esto contrasta con las stablecoins descentralizadas como USDT o USDC, que operan en plataformas abiertas y son gestionadas por emisores no bancarios.
La incursión de bancos en este espacio no solo responde a la necesidad de innovación, sino también a la demanda de soluciones de pago instantáneo, transparencia en las transacciones y eficiencia operativa.
Un ecosistema financiero de vanguardia
Brasil es un país que ha avanzado mucho en materia de emisión de stablecoins vinculadas a su moneda local (el real, BRL). Está en el mercado el BRL Token (BRLT), que fue lanzado oficialmente en noviembre de 2022. Detrás del proyecto está Stablecorp: una joint venture entre Mercado Bitcoin (el mayor exchange de cripto de Brasil) y G2D Investments, que recibió el apoyo de BTG Pactual, uno de los bancos de inversión más grandes de América Latina.
A niveld de los bancos públicos, también se destaca el proyecto del Real Digital (DREX) que lanzó el Banco Central de Brasil (BCB) en 2022. El DREX no es una stablecoin privada, sino una CBDC: la moneda digital oficial del Banco Central.
Los casos de uso que tendrá esta herramienta —que permitirá ejecutar contratos programables en Blockchain—, son variados; por ejemplo, liberar créditos automáticos basados en salarios, y generar garantías digitales a través de la tokenización de propiedades, para préstamos más seguros.
El uso de activos digitales dentro del bloque BRICS se propone para reducir la dependencia del dólar. Pero, como en el resto de la región, impera la cautela en la adopción de activos financieros alternativos. Por ejemplo, el Consejo Monetario Nacional de Brasil prohibió recientemente que fondos de pensión inviertan en criptomonedas. La nueva resolución elimina cualquier posibilidad de exposición a estos activos, alegando protección a largo plazo para los fondos jubilatorios.
La tensión entre la innovación que promueven las empresas y las restricciones impuestas por el regulador muestra un Brasil en transición. El país observa cómo los bancos globales adoptan stablecoins como herramientas legítimas y funcionales, pero sigue evaluando cuidadosamente los riesgos potenciales implicados para sus políticas macroeconómicas.