- Bancos e IA unidos contra el fraude. Swift lidera iniciativa de ciberseguridad de pagos globales, en un contexto en el que la fragmentación de las defensas han favorecido a las redes criminales, que aprovechan la lentitud de los controles internacionales
- Tecnologías avanzadas y cooperación transfronteriza duplican la eficacia en la detección de fraudes
- El intercambio seguro de datos abre camino a un ecosistema financiero más protegido
swiLa noticia es muy reciente, y nos llega a través de Business Wire. Una alianza internacional entre Swift y trece de los principales bancos del mundo demostró cómo la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías de protección de datos pueden transformar la lucha contra el fraude en pagos transfronterizos. En las pruebas realizadas con diez millones de transacciones simuladas, la capacidad de identificar operaciones sospechosas se duplicó frente a los modelos tradicionales basados en los datos de una sola entidad.
El núcleo de los experimentos fue el uso de privacy-enhancing technologies (PETs), herramientas que permiten a las instituciones compartir información sin comprometer la confidencialidad de los clientes. Combinadas con el aprendizaje federado, la IA pudo entrenarse de manera distribuida, “visitando” los sistemas locales de cada banco sin necesidad de transferir datos sensibles.
Según Rachel Levi, responsable de IA en Swift, este avance marca un punto de inflexión: «Una defensa unida siempre será más fuerte que la de una institución aislada. Detener el fraude en minutos, y no en días, ya es un objetivo alcanzable».
Una urgencia global
El fraude digital es un desafío creciente: solo en 2023 las pérdidas superaron los 485.000 millones de dólares. La falta de cooperación entre entidades y la fragmentación de las defensas han favorecido a las redes criminales, que aprovechan la lentitud de los controles internacionales.
Por eso, la colaboración sectorial se vuelve clave. Bancos como ANZ, BNY e Intesa Sanpaolo participaron en las pruebas, junto con socios tecnológicos como Google Cloud. «El aumento de estafas es un problema global. Un enfoque compartido refuerza nuestra capacidad de detección», afirmó David Buckthought, de ANZ.
Lo que viene
Tras los resultados positivos, Swift anunció una segunda fase de pruebas con datos reales para medir el impacto en escenarios concretos. El objetivo es reducir de manera drástica los costos asociados al fraude y blindar un ecosistema que mueve miles de millones de dólares cada día a través de fronteras y husos horarios.
Para la ciberseguridad financiera, el mensaje es claro: solo una arquitectura global de cooperación, impulsada por la inteligencia artificial y la criptografía avanzada, podrá frenar con eficacia al crimen digital.