Pérdidas millonarias para los bancos argentinos

  • La combinación de encajes más duros, la caída de los bonos y la morosidad del endeudamiento familiar borró del mapa la rentabilidad que los bancos venían acumulando con tasas altas y carry trade.
  • El ajuste del Banco Central golpeó de lleno a las principales entidades: pérdidas millonarias, márgenes comprimidos y un sistema que busca aire para 2026

Pérdidas millonarias para los bancos argentinosDurante buena parte de 2025, en Argentina se daba por sentado que el entorno de tasas altas, crédito activo y el llamado carry trade (un mecanismo que destruye la economía real, pero cierra para cierta parte del sistema financiero) garantizaba balances en alza para los principales bancos privados de Argentina.

Pero el tercer trimestre del año cambió ese guion: en medio de un ajuste monetario preelectoral, muchas de esas entidades registraron pérdidas severas, impulsadas por una combinación de encajes exigentes, menor liquidez, caída de bonos, aumento de morosidad y costos extraordinarios.

Entre agosto y octubre, el fuerte endurecimiento monetario —con tasas de interés elevadas, mayores encajes regulatorios y tensiones en la liquidez local— recortó el margen financiero de los bancos. Al mismo tiempo, el desplome en el valor de bonos y otros instrumentos ajustables golpeó sus carteras de inversión. La suba de la tasa de morosidad en préstamos personales y comerciales y la necesidad de reforzar provisiones por incobrables agregaron una carga adicional.

Golpe a la rentabilidad

El conjunto de estas presiones dejó su marca en los balances: Grupo Financiero Galicia cerró el trimestre con una pérdida neta de 87.710 millones de pesos, afectado fuertemente por costos extraordinarios derivados de la integración del ex HSBC Argentina.  Por su lado, Grupo Supervielle también reportó números rojos: alrededor de 50.274 millones de pesos, tras un salto en su cartera irregular —la mora pasó de 0,8 % a 3,9 %— y un desequilibrio en su fondeo.
Más moderado resultó el retroceso de Banco Macro, que registró una pérdida de 33.065 millones de pesos aunque su acción sorprendió al mercado con una leve recuperación luego del anuncio. En cambio, BBVA Argentina logró mantenerse en positivo, con una ganancia de 38.071 millones de pesos —aunque muy por debajo de su resultado de 2024.

El derrumbe en la cotización de acciones del sector también refleja la magnitud del golpe: según datos de 2025, desde sus máximos las acciones de Galicia retrocedieron hasta 35 % en dólares, Macro 44 %, Supervielle 50 % y BBVA alrededor de 40 %.

Este episodio marca un punto de inflexión para el sistema financiero privado argentino. Lo que hasta hace poco se consideraba “la fórmula” —tasas altas, crédito fluido, títulos ajustables— dejó de funcionar. El ajuste regulatorio, la caída en valor de activos, la mayor incobrabilidad y el encarecimiento del fondeo erosionaron los cimientos de la rentabilidad.

Sin embargo, no todo es pesimismo. Algunos bancos mantuvieron depósitos estables y crédito nuevo, y su estructura aun conserva ciertos baluartes. Si el contexto macroeconómico mejorara, podrían emerger oportunidades para los más sólidos. Pero la recuperación será desigual: ya no hay ganadores automáticos.

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