“Así como empezamos a pensar en mobile first, comenzaremos a pensar en APIs first”, señaló Carmela Gómez Castelao, jefa Global de Open Banking, BBVA.
La experiencia de transformación digital del banco en una plataforma financiera, a través de las APIs, fue el tema central del Power Talk, que se realizó en el marco del evento virtual Open Bank Latam.
“Nos pasará lo mismo en banca abierta, empezaremos con unos servicios muy básicos para terminar teniéndolo todo; esto es un hecho, pero va a llevar un tiempo adaptarnos. Entonces cada vez que configuremos un servicio, entenderemos que tiene que llevar cierta seguridad adherida”, ejemplificó la especialista.
Para la experta en estrategias APIs y open banking, la revolución digital -que ya atesora varios años en diferentes industrias- es tan importante como la revolución industrial; por eso, los nuevos jugadores deben encontrar la forma de ofrecer servicios bajo este nuevo paradigma.
“Los clientes demandan productos con una exigencia de inmediatez sin precedentes, no esperan ir, sino que ese servicio aparezca y se integre con la forma en la que operan sus necesidades”.
Contextualizar es la clave
Para Carmela Gómez Castelao, uno de los puntos fundamentales en el camino de la transformación digital del sistema financiero está relacionado con la capacidad de “imaginar cómo contextualizar los servicios, cómo empaquetarlos y cómo integrarlos en forma transparente en el proceso que el cliente está haciendo, de una manera muy suave”.
“Los clientes nos demandan productos financieros contextualizados en su actividad. Para el usuario es más fácil unir la obtención de un crédito a la compra que está realizando, que hacerlo por separado. Al unirlos ganamos todos, productores clientes y distribuidores”.
Un ejemplo es la alianza de BBVA con Uber en México, para ofrecer productos financieros. Al respecto, la delegada del banco señaló que este tipo de partners será una estrategia recurrente en Latinoamérica y fuera de la Región. “Al final, la captación de clientes para un banco va a venir mucho más de la mano de los clientes de los partnerships que hagamos con compañías, -para ofrecer productos y servicios en el momento que lo necesitan- que a través de una cadena de la banca”, reconoció.
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“La regulación es básica”
En Europa, los avances en la colaboración a través de las APIs y la banca abierta, vienen de la mano de la regulación conocida como PSD2, que regula estas cuestiones en el continente. Este marco legal supuso un verdadero reto para la banca, aun para BBVA, que ya había comenzado con este proceso desde 2016.
“Lo primero que piensas cuando te ves en esta situación es que de repente tienes una amenaza. El principal reto ha sido transformarla en una oportunidad; que yo creo es magnífica”, compartió Carmela Gómez Castelao.
De acuerdo a la ejecutiva, en España existe un acercamiento muy interesante, ya que se apoya en un enfoque colaborativo, donde las entidades financieras exponen sus APIs regulatorias a través de una plataforma que ofrece un soporte único.
Para un banco tradicional como BBVA, uno de los principales retos fue transformar los servicios para brindarlos por medios de plataformas de terceros. Para lograrlo fue necesario un cambio radical, tanto en los procedimientos internos, como en el aspecto cultural.
“Primero es necesario cambiar por dentro. La tecnología es un tercio del proceso”, reconoció. En cambio, las operaciones, los procedimientos y la cultura organizativa dan el soporte correcto para conseguir y agilizar el cambio. “Esto es en lo que consiste el concepto de open banking para nosotros: estar cerca, tanto del ecosistema de innovación (fintech, emprendedores), y explorar nuevos modelos de negocios en un modo más colaborativo”, sintetizó.
“La regulación es básica en muchos sentidos. Porque el open banking significa muchas cosas, de pronto tu tienes un entorno mucho más colaborativo, donde interactúas con otros actores, por eso, el papel de los estándares es fundamental”.
Para Carmela hay dos cuestiones fundamentales. La primera está relacionada con la forma en la que se comparten los datos y para qué. La otra es la manera en la que se exponen los servicios para terceros. “Ayudarnos a que eso se haga de una manera controlada, que se pueda testear, el papel de un sandbox, en el que podamos acceder a un entorno cuasi real para probar cosas es crítico, para que los proyectos avancen y estar tranquilos que van a funcionar correctamente. Hemos podido enseñar al regulador cómo funciona, y que vea que cosas se pueden abrir con confianza”.