CoDi: un potencial en modo espera

El sistema de pagos inmediatos aún no crece

  • El CoDi es una herramienta clave para la inclusión financiera, pero no ha cumplido las metas esperadas en términos de adopción
  • Las normativas impuestas a los comercios para aceptar este tipo de pagos, no ayudan a su expansión

A cinco años de su lanzamiento, el CoDi (sistema Cobro Digital), diseñado por el Banco de México, no ha logrado alcanzar las metas esperadas en términos de usuarios ni de tasa de adopción.

La herramienta, que permite realizar pagos y cobros electrónicos mediante códigos QR sin costo alguno, proyectaba tener 37 millones de cuentas registradas para el año 2022. Sin embargo, hasta septiembre de 2024, se han registrado poco más de 20.3 millones de cuentas, según los últimos datos de Banxico.

El objetivo inicial del CoDi era ambicioso, fundamentado en la creciente adopción de smartphones y en la familiaridad de los mexicanos con las transacciones bancarias digitales. En palabras de Luis Niño de Rivera, expresidente de la Asociación de Bancos de México, la meta de 37 millones parecía alcanzable en 2019. Sin embargo, diversos factores han limitado su adopción, particularmente el arraigado uso del efectivo en el país y la desconfianza en las herramientas digitales.

Las limitaciones

Los expertos señalan que la baja tasa de adopción del CoDi puede atribuirse, en gran medida, a la falta de confianza en las plataformas digitales. Muchos mexicanos siguen prefiriendo el efectivo debido a su accesibilidad y familiaridad, lo que plantea una barrera cultural que no se ha logrado superar. Pero además, se mencionan los costos indirectos, como la necesidad de una conexión a Internet, y las estrictas normativas impuestas a los comercios para aceptar este tipo de pagos, han dificultado su expansión.

El uso de CoDi está especialmente concentrado en ciertos bancos: el 61% de las cuentas registradas pertenecen a clientes de BBVA México, mientras que Bancoppel y Citibanamex concentran el 14% y el 12%, respectivamente.

Sin embargo, solo una fracción de estas cuentas ha realizado pagos o cobros, con apenas 3.09 millones de operaciones en cinco años. Esto refleja no solo una falta de adopción generalizada, sino también una escasa utilización por parte de quienes ya están registrados.

El número de comercios que aceptan CoDi también es limitado. Hasta la fecha, solo 15 grandes comercios en México, entre ellos supermercados y tiendas departamentales, han incorporado esta plataforma de pago. Además, los montos promedio por transacción se mantienen relativamente bajos: 1,271 pesos en días hábiles y 833 pesos en días inhábiles, según datos de Banxico.

Lecciones desde Brasil

Pese a las dificultades, expertos en el sector financiero y tecnológico, consideran que CoDi aún tiene un enorme potencial. México puede aprender del éxito de Pix, el sistema de pagos digitales en Brasil, que ha revolucionado la inclusión financiera en ese país desde su lanzamiento.

Pix ha sido un ejemplo a nivel mundial de cómo un sistema de pagos digitales puede transformarse en un pilar del sistema financiero, atrayendo tanto a comercios como a consumidores mediante una estrategia clara de promoción, educación financiera y la creación de incentivos atractivos. En Brasil, la rápida adopción de Pix ha permitido que millones de personas accedan a los beneficios de la digitalización, reduciendo el uso de efectivo y facilitando las transacciones de manera eficiente.

En contraste, en México, CoDi no ha logrado generar el mismo impacto, en parte debido a la falta de una estrategia integral que impulse su adopción. Desafíos y oportunidades para el futuro

El reto de transformar el ecosistema de pagos en México no es menor. El arraigado uso del efectivo, que sigue siendo preferido por millones de personas, se enfrenta a una lenta disminución. Aunque CoDi representa una herramienta moderna y accesible, necesita superar estas barreras culturales y tecnológicas para lograr una adopción masiva.

A medida que México avanza en su digitalización financiera, el éxito de CoDi dependerá de varios factores clave:

  • Educación financiera
    Es crucial que tanto los consumidores como los pequeños comercios entiendan los beneficios y la facilidad de uso del CoDi.
  • Incentivos atractivos
    Los programas que ofrezcan recompensas o descuentos por el uso de pagos digitales podrían fomentar su adopción.
  • Colaboración entre sectores
    Fintechs, bancos y el gobierno deben trabajar juntos para garantizar que el sistema CoDi sea eficiente, seguro y accesible para todos.

El CoDi aún tiene tiempo para consolidarse como una herramienta central en el sistema financiero mexicano, y el ejemplo de Brasil ofrece un camino claro a seguir. Con los ajustes adecuados, México podría liderar la inclusión financiera en la región, facilitando un futuro menos dependiente del efectivo y más incluyente digitalmente.

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