En un ecosistema financiero que no descansa, la prevención del fraude dejó de ser un área técnica para convertirse en un eje central del negocio.
Esa fue la premisa del webinar
Fraude 4.0: Inteligencia y Analítica Avanzada para Anticiparse al Riesgo, organizado por Frecuencia Money.
Cuatro referentes de la región pusieron sobre la mesa lo que están viendo, lo que están haciendo y lo que viene. Las expertas que generosamente compartieron su conocimiento para una audiencia de más de 70 participantes de todas las regiones de América Latina: Paula Barnett (Pomelo), Ana Lucía Moreno (Banco Popular de Colombia), Dayana Ferrari (Mercado Libre) y la moderadora Tania Berenice Vázquez coincidieron en algo: ya no basta con reaccionar. Es necesario anticiparse muy activamente.
Estas son las 10 conclusiones claves que dejó el debate:
1.
El fraude ya no es artesanal. Es corporativo
Las expertas fueron claras: los delincuentes ya no operan de forma aislada. Trabajan como empresas, con roles, logística, herramientas y acceso a tecnología de punta. Detrás de un mensaje de phishing o de un intento de robo no hay improvisación. Hay operaciones estructuradas que prueban, optimizan y escalan metodologías.
2.
La velocidad es el enemigo
No es solo el “cómo” atacan, sino “cuán rápido” lo hacen. La velocidad de hoy lo cambia todo. Los robots prueban miles de tarjetas por minuto. Los intentos de takeover se ejecutan en segundos. Las estafas presionan emocionalmente al usuario para que actúe sin pensar.
Si un sistema de detección llega tarde, aunque sea por un instante, la pérdida ya ocurrió. El desafío es actuar en tiempo real, siempre.
3.
La inteligencia artificial juega para ambos bandos
Las expertas dejaron claro que la IA ya está en ambos bandos.
Los criminales la usan para clonar voces, crear textos verosímiles y automatizar ataques.
Las empresas necesitan modelos igual de sofisticados para anticipar anomalías, detectar comportamientos atípicos y aprender de patrones que el ojo humano no podría ver.
4.
El usuario es el principal vector atacado
Los ciberdelincuentes entendieron que no hace falta vulnerar sistemas cuando es más fácil vulnerar personas. Scams, estafas afectivas y fraudes de ingeniería social se mantienen como el vector más efectivo.
El engaño emocional funciona porque apunta a la urgencia, el miedo y la confianza. Para los equipos de riesgo, esto obliga a combinar tecnología con educación continua.
5.
Autenticación multimodal, la nueva regla
La voz ya no es garantía biométrica. La imagen tampoco. Los delincuentes pueden replicar estos datos con herramientas accesibles.
Por eso, el futuro de la validación de identidad se basa en la combinación: biometría, análisis de comportamiento, señales del dispositivo, reputación del número de teléfono, y patrones históricos del usuario.
La identidad se construye con varias piezas, no con una sola.
6.
Los datos importan, pero los datos limpios importan más
Antes de pensar en modelos avanzados, las panelistas insistieron en algo básico. Si los datos no están completos, higienizados y bien gobernados, no sirven para prevenir.
La lucha contra el fraude depende de datos precisos, consistentes y actualizados. De lo contrario, incluso el mejor algoritmo genera ruido, falsos positivos y pérdidas.
7.
El trabajo con producto ya no es opcional
En el pasado, los equipos de producto buscaban fricción cero y los de fraude buscaban controles estrictos. Hoy ese choque se resolvió de otra manera.
La seguridad es parte del diseño desde el inicio.
Cada flujo se evalúa con una mirada de experiencia y riesgo al mismo tiempo. El reto es crear procesos fluidos que mantengan al usuario protegido sin convertir cada paso en un obstáculo.
8.
Educar hacia afuera y hacia adentro
No se trata solo de advertir a los clientes. También hay que entrenar a los empleados. Hoy existen estafas que usan audios clonados para hacerse pasar por jefes o referentes internos.
Si la propia organización no está preparada, el riesgo se duplica. La cultura de seguridad debe ser transversal.
9.
Las telcos ya no pueden mirar hacia otro lado
Las panelistas celebraron un cambio importante.
Las operadoras móviles están empezando a participar activamente en la lucha contra el fraude con herramientas que permiten verificar líneas, detectar cambios de SIM y validar identidades.
Como muchas estafas se apoyan en el control del número telefónico, este puente entre telecomunicaciones y servicios financieros se vuelve indispensable.
10.
La gran prioridad: distinguir identidades reales, bots y agentes automatizados
El futuro inmediato no se trata solo de saber si un usuario es quien dice ser.
También se trata de diferenciar entre humanos, automatizaciones legítimas y bots maliciosos. Las interacciones digitales van a incluir múltiples tipos de agentes y el sistema debe ser capaz de identificarlos con precisión.
El fraude evoluciona sin pausa. Las empresas financieras y tecnológicas ya no compiten solo por ofrecer mejores productos, sino por ofrecer entornos seguros en los que el usuario pueda confiar.
Las líderes coincidieron en algo que resume todo: no se puede combatir inteligencia artificial con métodos del pasado. La seguridad no es un obstáculo para el negocio, es su condición de posibilidad.
Y lo que viene exige estar preparados hoy.





