Género y crédito: un desafío pendiente en el sistema financiero

Persisten las barreras financieras

  • El género sigue siendo una barrera a pesar de la creciente participación de las mujeres en el sistema financiero
  • A nivel mundial, persiste la brecha de financiamiento para mujeres emprendedoras
  • Los jóvenes presentan una tasa de morosidad más alta que los adultos mayores

Un reciente estudio de realizado en Argentina ha revelado importantes desigualdades en el acceso al crédito, en particular, cuando se analiza a través de los parámetros del género y la edad.

Estas brechas reflejan la necesidad urgente de estrategias más inclusivas para lograr una verdadera equidad financiera y aprovechar el potencial económico de todos los segmentos de la población.

Desigualdad de género en la concesión de créditos

El informe de la consultora SIISA señala que, aunque las mujeres representan el 51% de los créditos otorgados, solo reciben el 41% de los montos totales.

En contraste, más del 50% de los hombres que solicitan financiamiento acceden a los créditos más altos. Esta disparidad pone de manifiesto que, a pesar de la creciente participación de las mujeres en el sistema financiero, persisten importantes barreras en términos de montos otorgados, lo que limita su capacidad de inversión y crecimiento.

Este fenómeno no es exclusivo de Argentina o América Latina. A nivel global, las mujeres siguen enfrentando barreras significativas para acceder a financiamiento, particularmente las emprendedoras. Según estimaciones del Banco Mundial, la brecha de financiamiento para mujeres emprendedoras asciende a $1.7 billones, lo que evidencia una gran oportunidad económica desaprovechada.

Morosidad y género

Otro de los aspectos destacados por SIISA es el comportamiento de las tasas de morosidad. El estudio muestra que, en general:

  • El 80% de los créditos se encuentra al día
  • Solo un 3% de atrasos menores a 90 días
  • Un 17% de créditos clasificados como problemáticos (con más de tres meses de mora).

Esto sugiere una razonable recuperabilidad de los préstamos, apoyada en gran parte por el uso de herramientas tecnológicas avanzadas que permiten gestionar el riesgo crediticio de manera eficiente.

Aunque el estudio no desglosa las tasas de morosidad por género de manera directa, investigaciones previas en el sector bancario indican que las mujeres, en promedio, tienden a tener tasas de morosidad más bajas que los hombres.

Diferencias según la edad

El análisis también revela diferencias significativas en el acceso al crédito según la edad:

  • El 70% de los créditos se otorgan a personas de entre 25 y 65 años, quienes reciben el 80% del monto total.
  • Los adultos mayores de 65 años, aunque representan el 22% de los créditos, solo acceden al 18% de los montos, reflejando una menor proporción de préstamos de alto valor en este grupo.
  • Entre los jóvenes de 18 a 25 años, el acceso es aún más limitado, con solo el 7% de los créditos y el 2% de los montos.
  • Las entidades financieras consideran este segmento como de mayor riesgo, lo que se refleja en las altas tasas de morosidad: el 26% de los créditos otorgados a jóvenes presenta atrasos mayores a 90 días.
  • Esto contrasta con el bajo nivel de morosidad entre los adultos mayores, quienes mantienen al día el 87% de sus créditos.

El papel crucial de las mujeres

En un mundo donde las mujeres cada vez juegan un rol más relevante en las decisiones económicas, la inclusión financiera de este grupo se vuelve fundamental para el crecimiento económico. Según proyecciones de Nielsen, se estima que para 2028 las mujeres controlarán el 75% del gasto discrecional a nivel global y manejarán más de $216 billones de dólares en riqueza. Un inmenso poder económico que aún no se refleja en una mayor inclusión y equidad en el acceso al crédito.

Las mujeres emprendedoras siguen encontrando barreras importantes. Más de 400 millones de mujeres empresarias en todo el mundo tienen el potencial de generar valor económico y empleo, pero enfrentan una brecha de crédito que limita su crecimiento. Si esta brecha se cerrara, el impacto económico global podría alcanzar los $6 billones, lo que subraya la urgencia de adoptar políticas que eliminen los sesgos de género en la concesión de créditos.

Innovación tecnológica y eliminación de sesgos

Para cerrar esta brecha de género, el uso de tecnologías avanzadas y la implementación de políticas crediticias equitativas son esenciales. Alberto Teszkiewicz, Coordinador de Desarrollo e Investigación en SIISA, destaca la importancia de continuar innovando en herramientas que permitan predecir y mitigar riesgos de morosidad, lo que aseguraría mayor estabilidad para las entidades financieras. Estas soluciones tecnológicas no solo mejoran la gestión del riesgo, sino que también pueden ayudar a eliminar sesgos en la concesión de préstamos.

Marina Mero, CMO de SIISA, resalta que colaborar en la reducción de la brecha de género no es solo una responsabilidad social, sino una oportunidad de mercado para las instituciones financieras. Aquellas que adopten soluciones inclusivas captarán un segmento con un enorme potencial de crecimiento.

A medida que el sector bancario y fintech continúan evolucionando, es fundamental que las políticas y estrategias de crédito se adapten para ser más inclusivas, eliminando sesgos que impiden el acceso equitativo a los recursos financieros.

En este sentido, la tecnología y los datos pueden desempeñar un papel crucial en la construcción de un futuro financiero más justo y equitativo para todos.

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