- Inclusión financiera para mujeres en México: adaptar productos financieros a sus necesidades específicas permite a las instituciones captar un mercado subatendido
- Potencial económico: este sector representa una oportunidad de ingresos de $1,870 millones en México, en productos específicos para emprendedoras, ahorro y seguros
La inclusión financiera para mujeres representa una significativa oportunidad de mercado en México, donde más del 50% de la población son mujeres, pero muchas siguen subatendidas por las instituciones financieras. La reciente guía del Banco Mundial y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “Expandiendo la Inclusión Financiera de las Mujeres en México”, presenta un conjunto de lineamientos diseñados para ayudar a las instituciones financieras a integrar una perspectiva de género. Este documento, que responde a la necesidad de adaptar servicios y productos a las necesidades específicas de las mujeres, subraya el potencial de capturar un mercado diverso y en crecimiento que beneficia tanto a la sociedad como al rendimiento financiero.
Un mercado subatendido con gran potencial
En México, las brechas en la tenencia de productos financieros entre hombres y mujeres son considerables. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, solo el 44% de las mujeres tiene una cuenta bancaria, mientras que el 34% posee al menos dos productos financieros, comparado con el 49% en hombres. Este segmento, que incluye mujeres emprendedoras, jefas de familia y trabajadoras asalariadas, representa una fuente de ingresos potencialmente significativa. Por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) proyecta una oportunidad de ingresos de 1,870 billones de dólares en el sector financiero mexicano derivada de la atención a este mercado subatendido.
Las mujeres tienen características financieras que las hacen un público de gran valor: muestran una mayor propensión al ahorro y presentan menores tasas de morosidad. Además, su influencia en las decisiones de compra de los hogares alcanza entre el 70% y el 80%, lo cual aumenta su relevancia en términos de consumo.
El 35% de los hogares en México está liderado por mujeres, y el 40% de los pequeños negocios son dirigidos por emprendedoras. Estos factores hacen evidente que una mayor inclusión financiera para mujeres no solo es un objetivo social, sino también una ventaja competitiva para las instituciones que buscan diversificar y consolidar su cartera de clientes.
Perspectiva de género en los servicios financieros
Una barrera común en el acceso a servicios financieros adaptados para mujeres es la percepción de que los productos “neutrales” son suficientes para satisfacer las necesidades de todos los clientes.
Sin embargo, esta neutralidad muchas veces ignora particularidades de género, ya que los productos suelen diseñarse desde la perspectiva masculina, lo que puede excluir las necesidades específicas de las mujeres. Diseñar productos financieros que realmente respondan a la realidad de las mujeres no solo es un asunto de equidad, sino que también resulta en una ventaja de negocio comprobada. Estudios muestran que los productos ajustados a las necesidades femeninas generan beneficios adicionales en otros segmentos, mejorando la calidad del portafolio de productos de las instituciones financieras.
La guía elaborada por el Banco Mundial y la Secretaría de Hacienda propone una serie de pasos para que las instituciones financieras integren una perspectiva de género en sus operaciones. Esto incluye desde ajustes en los productos y servicios hasta cambios internos en las estructuras de las organizaciones. Este enfoque implica reconocer las diferencias en experiencias y comportamientos financieros entre hombres y mujeres, así como la influencia de normas sociales y posibles sesgos de género en las decisiones financieras.
Oportunidades para el sector financiero
La inclusión financiera para mujeres ofrece diversas oportunidades específicas que las instituciones financieras pueden capitalizar:
- Productos y Servicios Personalizados: Al ofrecer productos ajustados a las necesidades y circunstancias de las mujeres, las instituciones financieras pueden fidelizar a sus clientes. Las mujeres valoran servicios financieros relevantes y personalizados, lo que incrementa su lealtad hacia instituciones que adoptan un enfoque de género en su oferta.
- Servicios Financieros para Emprendedoras: Dado que el 40% de los pequeños negocios en México son liderados por mujeres, existe una gran oportunidad en el desarrollo de créditos y productos de inversión adaptados para mujeres emprendedoras. Estos productos pueden incluir desde microcréditos hasta asesoría financiera y seguros específicos, fomentando el crecimiento económico y la estabilidad financiera en este segmento.
- Facilitación de Decisiones Financieras en el Hogar: Las mujeres en México juegan un rol crucial en la gestión financiera de sus hogares. Proveerles de herramientas adecuadas y accesibles puede aumentar la retención de clientes y diferenciar a las instituciones que brindan soluciones para sus necesidades diarias.
- Mayor Satisfacción de Clientes y Retención: La personalización de servicios financieros puede aumentar la satisfacción de las clientas, quienes son más propensas a mantenerse leales a una institución que entiende y se adapta a sus necesidades. Este enfoque no solo permite una mayor retención de clientes, sino que también ofrece una diferenciación en el competitivo mercado financiero.
- Expansión del Mercado de Seguros y Ahorro: La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera revela que solo el 16% de las mujeres en México tiene acceso a algún tipo de seguro y un 29% cuenta con un plan de ahorro para el retiro (Afore). La creación de productos específicos en estos segmentos es una oportunidad directa para atender sus necesidades y generar ingresos adicionales.
Desafíos y apoyo institucional
La adopción de una perspectiva de género en el sector financiero mexicano implica un esfuerzo coordinado que debe partir desde el interior de cada institución. Para muchas entidades, este cambio requiere una reestructuración organizacional que puede beneficiarse del acompañamiento técnico y de recursos que promuevan el desarrollo de políticas inclusivas. La guía “Expandiendo la Inclusión Financiera de las Mujeres en México” menciona la posibilidad de implementar programas piloto que permitan a las instituciones evaluar y ajustar sus productos, apoyando la creación de casos de éxito replicables en el mercado. Esto no solo facilita la implementación de buenas prácticas, sino que también contribuye a la normalización de la perspectiva de género en el sector financiero.
Además, la Secretaría de Hacienda ha desarrollado una Taxonomía Sostenible que incluye la igualdad de género como uno de sus objetivos, con un Índice de Igualdad de Género enfocado en el bienestar y la inclusión social. Esta iniciativa proporciona una base para que las instituciones financieras evalúen y midan sus avances en inclusión de género y sostenibilidad, un aspecto cada vez más relevante para la competitividad en el mercado.
La inclusión financiera para mujeres en México representa una oportunidad estratégica de crecimiento para el sector financiero, no solo en términos de rentabilidad, sino también en impacto social. La incorporación de una perspectiva de género permite mejorar la oferta de servicios y consolidar la lealtad de las clientas, un segmento en expansión. A través de un enfoque intencionado en la equidad de género, el sector financiero no solo puede captar un mercado subatendido, sino también contribuir a una sociedad más inclusiva y equitativa.