- Lo anterior, fue una de las principales conclusiones del panel de Regulación en el pasado Open Banking Latam.
- Reino Unido y Brasil son precursores en materia de regulación.
- El concepto principal de Open Banking es que las personas puedan compartir su información financiera de forma fácil, rápida y segura.
El Open Banking y Open Finance están avanzando rápidamente en el mundo y, particularmente, entre los países de Latinoamérica muestra ritmos de avances desiguales. En algunos, la regulación de estos modelos ha dado pasos importantes este año y en otros los avances son menores. De lo que no hay dudas, es que se trata de un tema global que interesa a todos los actores del ecosistema financiero mundial.
“Estado de la regulación Open Banking” fue uno de los paneles del pasado Open Banking Latam donde destacados especialistas debatieron sobre la temática y dejaron planteados los insights más relevantes de cara al 2024. Marina Olman (Greenberg Trauring), Sebastián de Lara (Fintech México), Ludmila Volochen (Fdata) y Carlos Figueredo (Open Vector) dejaron plasmadas sus perspectivas que compartimos a continuación.
> Del Open Baking al Open Data
Sebastián De Lara, recientemente designado CEO de Fintech México, comenzó su exposición destacando la importancia que tiene establecer que cada persona sea dueña de su información financiera y, por lo tanto, tiene derecho a saber quién la tiene, hacia dónde va y a compartirla sólo con quién quiera. “El concepto principal de Open Banking es que las personas puedan compartir su información financiera de forma fácil, rápida y segura. Esto se hace a través de las famosas APIs que funcionan como una ´tubería´que conecta una institución financiera con otra”, destaca el especialista y, al mismo tiempo, ejemplifica: “Si una persona ve un crédito hipotecario conveniente en una institución de la que no es cliente, esa entidad debería poder obtener toda la historia financiera sin problemas”.
Esto requiere ponerse de acuerdo entre bancos, con terceros y reguladores. En este sentido, el Open Banking es un conjunto de tecnologías y regulaciones para responder a estas necesidades. “Es como las capas de una cebolla: Open Banking es sólo la parte de adentro, sólo cooperación entre bancos; luego está el Open Finance que incluye a otros actores del sector financiero como son las fintechs; y en una capa más amplia que llamamos Open Data que incluye a otros sectores como insurance, telcos, health, etc”, puntualiza De Lara.
> El consumidor, siempre en el centro
A su turno, Carlos Figueredo, CEO y founder de Open Vector, agregó que la principal razón de ser del Open Banking y Open Finance es el consumidor, el pilar de todo. “No existe para beneficiar a los bancos, es para crear productos y servicios únicos para los consumidores”, dijo.
Con respecto a las tendencias mundiales en materia de regulación, el experto destacó lo que sucede en Reino Unido (precursor de este modelo) donde se obligó a las instituciones financieras a participar, hasta el modelo de Singapur con un modelo libre y abierto. Y en el medio, todo lo demás, con países referentes en Latinoamérica como Brasil con una regulación más participativa.
“Cuando hablamos de una regulación más obligatoria, ésta contempla una serie de pasos y timelines a seguir, con obligaciones de parte de los mercados, implementaciones de APIs y estandarizaciones. Esta parte obligatoria ayuda mucho. En la otra perspectiva, el modelo libre es lo opuesto y deja que cada uno haga lo que quiera. El riesgo de cuando hay regulaciones no obligatorias, es que permite que los bancos líderes más grandes tomen decisiones de cómo debería ser. Y esto no beneficia al consumidor en lo más mínimo”, destacó Figueredo.
El experto resaltó que es una oportunidad para trabajar con fintechs de diferentes tamaños y poder crear productos y servicios más ágiles para los consumidores: “El beneficio de tener una regulación más obligatoria es que nos permite trabajar en ese esquema. El riesgo es empujar al mercado porque no siempre los bancos entienden por qué deberían hacerlo”.
Un dato que agregó el especialista es que los distintos países están aprendiendo de los errores de países más avanzados y que, no es necesario que salga una regulación para que una comunidad tenga una iniciativa de Open Banking.
> Brasil, un país que lleva la delantera
Brasil cuenta con un modelo de open banking regulado. La cuarta fase comenzó en diciembre de 2021 y se espera que se prolongue hasta fines de este 2023. Esta última fase está marcada por el inicio del modelo de open finance y permitirá el intercambio de datos de fuentes más allá de los bancos, como inversiones, pensiones y servicios de cambio de divisas.
Al respecto, la experta brasileña Ludmila Volochen, Regional Director de Data Latam, aseguró que el mayor avance en Brasil sobre Open Banking es la propia implementación. “Esa capacidad de compartir datos y cooperar entre fintechs, bancos, cooperativas y otros actores hace que estemos adelante en la región. Ya contamos con la implementación de la regulación de APIs y todo lo relacionado al consentimiento. Aún tenemos retos y desafíos relacionados a la interoperabilidad de datos cada vez que cambiamos de fase y agregamos nuevos sectores como open health, open energy, open telco, etc”, resaltó.
> El desafío de la flexibilidad y la actualización
Para Marina Olman, socia del bufete de abogados Greenberg Trauring de Estados Unidos, el gran desafío para una regulación sea adecuada es que no se vuelva obsoleta rápidamente y que pueda actualizarse rápidamente con los cambios tecnológicos.
“La flexibilidad es lo más importante en la regulación, contemplar los cambios, escuchar a la industria. Por ejemplo, en Estados Unidos, el regulador que tiene la autoridad es la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), que recientemente propuso una regla que aceleraría un cambio hacia la banca abierta, donde los consumidores tendrían control sobre los datos sobre sus vidas financieras y obtendrían nuevas protecciones contra las empresas que hacen un mal uso de sus datos”
Panel: Estado de la Regulación Open Banking
Panelistas:
Marina Olman (Greenberg Trauring)
Sebastián De Lara (Fintech México)
Ludmila Volochen Da Rosa (Fdata)
Carlos Figueredo (Open Vector)