Las exposiciones e intervenciones de los asistentes y oradores del encuentro Mobile Money & Payments Mexico coincidieron en que la meta inmediata para el despegue del negocio de los pagos y comercio móvil en Latinoamérica es incorporar a los usuarios no bancarizados, y para hacerlo exitosamente, los corresponsales no bancarios y los retailers/comercios aparecen como los nuevos grandes aliados que no pueden faltar en ninguna estrategia.
La industria coincidió en apuntar que ampliar el espectro de servicios de pago mediante el celular, además de ser un factor potencialmente amplio para reducir la brecha tecnológica en sectores que hasta el momento han sido excluidos, generan oportunidades de ingresos. En este sentido, el objetivo fundamental de los pagos y la banca electrónica es desarrollar estrategias integrales para generar confianza en los clientes y captar los segmentos de mercado que están comenzando a aprovechar las ventajas
Entre las virtudes que aportan figura la capacidad de ahorro para usuarios no bancarizados que cuentan con patrones de comportamiento frente similares a aquellos que cuentan con los servicios bancarios pero en un nivel más dinámico fuera de las políticas y los plazos establecidos por las instituciones tradicionales. A su vez, el Gobierno también se ve obligado a velar por la adecuada redistribución de ingresos para garantizar servicios a la población, e incluso, como en otras naciones abre la posibilidad de desarrollar estímulos que fomenten el uso de pagos mediante dispositivos electrónicos.de estos servicios.
Los negocios de intercambio electrónico de información adquieren gradualmente un lugar relevante dentro de la cadena de valor, traduciéndose en beneficios para todos los actores que la conforman, es decir: banca, retailers, proveedores, entidades de gobierno, consumidores y usuarios.
En opinion de Diego Toval, Global Financial Services Director, Carvajal -Tecnología & Servicios, la inclusión financiera en Latinoamérica sigue creciendo, pero los costos siguen siendo un obstáculo para acelerar su adopción; lo que se refleja debido a que el número de puntos de contacto (PdC) son bajos frente a las necesidades de la población.
Es aquí donde el “tendero” o corresponsal no bancario adquiere un protagonismo fundamental para concretar el ciclo dentro del proceso de flujo financiero.
Para Carvajal, el factor de éxito en esta industria depende del cumplimiento de tres principios esenciales: compromiso con la responsabilidad social corporativa (CSR), sólida madurez de los modelos de ecommerce y atención de los programas claves para cubrir las necesidades en la base de la pirámide (BOP).
Así se obtiene un sistema abierto y con ganancias para todos los actores: para el tendero, porque permite profesionalizar y diversificar su rol; para el consumidor final, porque brinda inclusión social y financiera, fácil adopción y familiaridad; la instituciones financieras enriquecen su gama de servicios y generan un segmento potencial a futuro; el Gobierno logra eficiencia en la redistribución financiera, amplía la base tributaria y formaliza operaciones financieras; los productores de bienes de consumo masivo vuelven más eficaces sus operaciones y captan nuevos segmentos y los operadores móviles diversifican el uso de sus plataformas de servicio.
“(Los corresponsales no bancarios) han sido un ejercicio exitoso que ha pasado en Colombia. A través de los corresponsales hemos llegado al 99 por ciento del país con algún punto de contacto, desde el cual los colombianos pueden acceder”, coincidió Juliana Álvarez, directora de Banca de las Oportunidades.
Los nuevos segmentos del mercado reclaman importantes inversiones
La especialista también reconoció que “la lucha de Banca de las Oportunidades es demostrar e incentivar al sistema financiero –no sólo a los bancos, también a las ONG financieras, las cooperativas-”. Y señaló que se “ha invertido mucho dinero en asistencias técnicas y todas las intervenciones nuestras parten para motivar a los bancos y para que se lancen al mercado”.
El director General de Canales Alternos de Banorte, Héctor Ábregol el esquema de pagos móviles supone importantes inversiones a la banca para extender sus servicios hacia esos nichos incipientes, sin embargo, es un factor de éxito para su modelo de negocios.
Un sistema ideal basado en los mecanismos de intercambio entre persona- persona (P2P) que aprovecha los elementos del sistema actual de pagos, sin necesidad de llegar a un gasto excesivo de recursos, sin substituir lo que los clientes y consumidores están acostumbrados a recibir por parte de la institución financiera y sin necesidad de reemplazo del dispositivo móvil. En este sentido, se debe reutilizar la infraestructura existente.
Para el delegado de Banorte existen tres elementos necesarios que aseguran el éxito de la propuesta: la tarjeta, porque es un medio reconocido y mecanismo válido de operación; el teléfono móvil, porque representa la comunicación directa y personal con el usuario y el token, pues asegura un máximo nivel de seguridad en las transacciones.
Por otra parte, la compatibilidad con equipos de gama baja y smartphones, un modelo independiente del servicio de internet y la sencillez, son los preceptos fundamentales para lograr el óptimo funcionamiento.
En este contexto, también resulta relevante la capacidad de generación de alianzas y modelos de colaboración exitosos entre clientes “anclas” (Chedraui, Comercial Mexicana, HEB, CostCo, InterJet, entre otros) generando una capacidad de establecer 150 mil conexiones, pero hacia un mercado meta de 11 millones de usuarios potenciales. Sin embargo, el modelo debe ser abierto, lo que permita aprovechar la infraestructura existente e incluso la capacidad de coexistir con otras aplicaciones equivalentes.
Los servicios de banca móvil se plantean como mecanismos de adopción inmediata, por parte de comercios y usuarios, existe un apetito por parte de retailers y comercios para incorporar estas opciones en sus medios de pago que se hacen más atractivos aún aplicando promociones y estrategias de georeferencia. Los “comercios fecundados” son aquellos que tienen que anclar este nuevo paradigma transitando hacia una incipiente economía móvil.
Informe: Alberto T. Legorreta