- A través de implementaciones tecnológicas, Tappoyo realiza análisis alternativos del perfil crediticio de las usuarias
- Más del 70% de las mujeres que reciben estos créditos son madres solteras, y 3 de cada 10 han iniciado un nuevo emprendimiento tras recibir financiamiento
- Se convirtió en la primera fintech en Latinoamérica en desembolsar préstamos grupales a mujeres en zonas rurales
El acceso a financiamiento formal ha sido un reto histórico para muchas personas en Perú, especialmente para las mujeres que habitan en zonas rurales.
En ese contexto, surge la historia inspiradora de Fiorella Contreras. Esta emprendedora decidió fundar Tappoyo, la fintech peruana que está revolucionando la vida de miles de mujeres en el país.
“Utilizamos Inteligencia Artificial en combinación con análisis de datos tradicionales y alternativos para anticipar y medir las necesidades de nuestras prestatarias”, nos comenta Fiorella Contreras. Y agrega que “el nombre Tappoyo proviene de la conjunción de las palabras app y apoyo; es un reflejo de la misión de la empresa: “Convertir mujeres invisibles en emprendedoras invencibles”.
Una idea poderosa
Fiorella Contreras nació en una pequeña localidad en la región en el corazón de los Andes peruanos. Desde muy joven, fue testigo de las dificultades económicas que su madre, artesana, enfrentaba para mantener su pequeño negocio a flote. Aunque trabajaba incansablemente, la informalidad de su emprendimiento le impedía el acceso al crédito, lo que limitaba su capacidad de crecimiento y progreso.
Este escenario de exclusión marcó profundamente a Fiorella, quien, a los 17 años, decidió mudarse a Lima para estudiar administración bancaria. Allí, su interés por las finanzas creció, motivada por la necesidad de cambiar el panorama financiero para personas como su madre. Tras más de una década de experiencia laboral en el sector, sintió que era el momento de hacer algo diferente y relevante para su comunidad.
El nacimiento de Tappoyo
En 2018, Fiorella junto a su hermano fundó Tappoyo, una fintech diseñada específicamente para brindar créditos grupales a mujeres de zonas periféricas y rurales.
Este innovador modelo se enfoca en ofrecer una alternativa accesible para aquellas mujeres cuyas actividades económicas no son reconocidas por los bancos tradicionales, principalmente debido a la informalidad de sus negocios.
Con más de 4.500 mujeres financiadas, se convirtió en la primera fintech en Latinoamérica en desembolsar préstamos grupales a mujeres en zonas de desarrollo alternativo.
Innovación e inclusión financiera
Lo que diferencia a Tappoyo de otras instituciones financieras es su uso intensivo de tecnología para evaluar el perfil crediticio de sus solicitantes. A través de inteligencia artificial y análisis de datos, la fintech puede generar perfiles detallados de las emprendedoras, incluso cuando no cuentan con un historial financiero formal. Este enfoque permite que el riesgo sea evaluado de manera más precisa, reduciendo las barreras para acceder a créditos.
El modelo de crédito colectivo, llamado “Mujeres Pro”, agrupa entre 8 y 15 mujeres de una misma comunidad, quienes se registran en la plataforma de Tappoyo. En cuestión de días, el crédito es evaluado y desembolsado, permitiendo a las emprendedoras tener acceso a capital para hacer crecer sus negocios. Este sistema no solo promueve el emprendimiento, sino que también crea redes de apoyo entre las mismas beneficiarias, fortaleciendo el tejido social en las zonas rurales.
Impacto y expansión
Desde su fundación, Tappoyo ha tenido un impacto notable en las vidas de sus beneficiarias. Más del 70% de las mujeres que reciben estos créditos son madres solteras, y tres de cada diez han iniciado un nuevo emprendimiento tras recibir financiamiento. Este éxito ha permitido que la fintech continúe su expansión, con planes de aumentar su número de beneficiarias de 3.200 a 18.000 para 2025.
Además, Tappoyo tiene en la mira expandirse a otros países de América Latina, comenzando por Colombia en 2025. Este crecimiento refleja la eficacia de su modelo y la necesidad de replicar iniciativas similares en otros contextos donde las mujeres rurales enfrentan desafíos similares.
Rompiendo barreras
La pandemia de COVID-19 no detuvo la marcha de Tappoyo. Durante ese período, la empresa participó en programas de aceleración de startups y estableció alianzas clave con instituciones internacionales, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). En 2021, Tappoyo se convirtió en la primera fintech en Latinoamérica en desembolsar préstamos grupales a mujeres en zonas rurales, un hito que marcó el inicio de una nueva era para la inclusión financiera en la región.
El reconocimiento de estos logros no tardó en llegar. En 2022, la fintech fue galardonada con el “Gran Desafío Kunan”, un premio que les otorgó capital para continuar expandiendo sus operaciones. Un año después también fueron reconocidos en los Premios ODS de Perú Sostenible y Creatividad Empresarial de la UPC por su impacto en la sociedad e innovación tecnológica y este 2024 obtuvieron el reconocimiento mundial al ganar representando al Perú el World Summit Awards (WSA) celebrada en Chile y auspiciada por la ONU.
El futuro de Tappoyo
Con un crecimiento sostenido, Tappoyo no solo ha cambiado las vidas de miles de mujeres, sino que ha demostrado que la innovación y la tecnología pueden ser herramientas poderosas para combatir la exclusión financiera. En un país donde muchas emprendedoras aún luchan por acceder a financiamiento formal, esta fintech se ha convertido en un faro de esperanza y transformación.