La biometría aplicada a los pagos móviles superarán los 50 mil millones de dólares en 2022. Así lo sostiene un informe de Acuity Market Intelligence.
De hecho, las transacciones con biometría podrían reemplazar los pagos en efectivo. Para el mismo periodo, estas soluciones autenticarán más de 1 billón de transacciones anuales. El mercado llegará a los 50.6 mil millones de dólares en ingresos por año.
Las aplicaciones más común son las relacionadas con el desbloqueo de teléfonos inteligentes y verificación de transacciones. El informe destaca que el mercado está evolucionando hacia una jerarquía de métodos integrados de autenticación. Estos sistemas abarcan desde verificación basada en dispositivos, hasta la solución de terceros en la nube. Estas opciones podrán reemplazar los esquemas tradicionales de identidad digital.
Biometría, un negocio millonario
Los valores en transacciones que utilizan biometría pasarán de los 474 millones en 2017 a 18 mil millones en 2022. Así, los ingresos por este tipo de aplicaciones crecerán un 26% durante este período. Se espera que el volumen de operaciones móviles llegue a 1.4 billones anuales para 2022. Más del 70% de esa cantidad estará basado en la nube.
Por su parte, Goode Intelligence pronostica que para 2023 la adopción de datos biométricos en la industria financiera será enorme. Este negocio contribuirá con 4.800 millones de dólares en ingresos para las empresas que brindan esos servicios al sector bancario. La firma predice que a fines de 2020, unos 1.900 millones de clientes bancarios utilizarán estos datos. Entre los servicios que los incorporarán estarán el retiro de efectivo de los cajeros automáticos o comprobar la identidad.
De acuerdo a una investigación de eBanking Trends, el 68 por ciento de los bancos tiene previsto implementar herramientas de biometría facial dentro de los próximos cinco años.
A diferencia de las contraseñas, no dependen de la memoria del creador. Sin embargo, la privacidad se ve amenazada. La potencialidad de que terceros accedan también a este tipo de información personal es factor de preocupación.
Del otro lado de la moneda, la privacidad del usuario es cuestionada. La posibilidad de que una empresa o gobierno cuente con esta información sensible siempre es una preocupación.