- La Argentina se suma a los países que estudian la implementación de su CBDC
- La medida podría ayudar a formalizar el 40% de la economía que permanece en negro, bajar la inflación, y reducir los costos de intermediación
La República Argentina estudia seriamente la implementación de una moneda digital emitida por el Banco Central. La medida fue anunciada recientemente por Sergio Massa, actual ministro de Economía y candidato presidencial.
El Bank of International Settlements (BIS, por sus siglas en inglés), que es la institución que nuclea a los bancos centrales de todo el mundo, realizó una encuesta que reveló que casi el 90% de las instituciones encuestadas estaban considerando la adopción de Central Bank Digital Currencies, por sus siglas, CBDC.
También reportamos este año en Frecuencia Money que el bloque de países que conforman el BRICS exploran un CBDC común.
CBDC de uso general y mayorista
Vale recordar que un CBDC es un instrumento de pago digital, denominado en la unidad de la cuenta nacional de cada país, que es un pasivo directo del banco central.
Cuando el CBDC está destinado a ser utilizada por hogares y empresas en sus transacciones cotidianas, se denomina CBDC de uso general o “minorista“.
El CBDC minorista difiere de los instrumentos de pago sin efectivo existentes
(es decir: transferencias, pagos con tarjeta y dinero electrónico).
A diferencia del CBDC minorista, un CBDC mayorista se dirige a un grupo diferente de usuarios finales. Se utilizan para transacciones entre bancos, bancos centrales y otras instituciones financieras.
Por lo tanto, los CBDC mayoristas desempeñarían un papel similar
a las reservas actuales o los saldos de liquidación de los bancos centrales. Sin embargo, los CBDC mayoristas podrían permitir a las instituciones financieras acceder a nuevas funcionalidades habilitadas por la tokenización, como la componibilidad.
¿Qué ventajas podría traer la moneda digital argentina?
La implementación de una moneda digital en Argentina podría ayudar a bajar los costos de intermediación que hoy encarecen las transacciones financieras. Con este movimiento centralizado, se podría lograr que las operaciones sean más económicas y rápidas.
También se podría reducir considerablemente el manejo de dinero físico, lo cual reduciría el mercado ilegal del dólar, que en este país tiene una conexión directa en los mecanismos que disparan la inflación. Además, le daría más herramientas al estado para combatir la enorme proporción de la economía informal, que estima que alcanza hasta un 40%.