Un grupo de 13 empresas argentinas lanzaron la Cámara Argentina de Fintech. Durante la presentación formal de la cámara se hizo especial hincapié en el negocio de la inclusión financiera.
Entre los objetivos fundamentales figura liderar el proceso de transformación de la industria. También convertir al país en un centro de información, referente a nivel nacional e internacional.
La agrupación de las fintech argentinas es presidida por Alejandro Estrada, director general ejecutivo de la empresa Moni. De acuerdo a un relevamiento realizado por Practia Global en abril de este año, en Argentina existen 60 empresas de base tecnológica. Esas compañías brindan servicios financieros y compiten con la banca tradicional. Acá te contábamos más sobre este tema.
Fintech argentinas apuntan a los microcréditos
El potencial de créditos por fuera del sistema bancario es uno de los espacios con mayor futuro. Así lo perciben también los representantes de las fintech argentinas que forman parte de esta entidad. En esta nota anticipábamos la tendencia.
En los últimos meses, varios productos que apuntan a los microcréditos se presentaron en el país. Un ejemplo es la aplicación de dinero móvil Ualá. La fintech local es una alternativa bancaria para los usuarios que no poseen una cuenta bancaria.
Según un informe del Banco Mundial, únicamente el 51% de la población posee una cuenta bancaria en América Latina. Las personas no bancarizadas tienen dificultades para acceder a préstamos en el mercado formal. A este grupo están dirigidos los esfuerzos.
En Latinoamérica existen 703 iniciativas o startups relacionadas con fintech. Brasil lidera la lista con 230 emprendimientos. Le siguen México, con 180; Colombia 84, Argentina 72 y Chile 65. Los datos fueron compartidos por Bruno Diniz, Head of the Fintech Committee, Brazilian Startups Association durante el evento M2Banking & Fintech.
La regulación despeja el camino
Según informó el diario Ámbito Financiero, el gobierno no tiene intención de regular a las fintech argentinas. El criterio oficial es que la actividad facilita la competencia y al no haber una ntermediación financiera no se deben aplicar las normativas de derechos.
En la práctica, esto supone que el Banco Central de la República Argentina no controlará estos préstamos. Por lo tanto, los intereses y otros requerimientos, no tendrá como último garante a al entidad.
Precisamente, estas ideas están presentes en el caso de México. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) impulsan una Ley de Tecnología Financiera. Aquí te contábamos más sobre este tema.
La meta según el anteproyecto es “dar certeza jurídica a los usuarios, dotando a la autoridad competente con facultades de autorización, regulación y supervisión”.
