- La Gen Z representa un 25% de la población en América Latina, y será el 27% de la población mundial en 2025
- Una nueva app latinoamericana permite involucrar a los más jóvenes -y sus padres- en el objetivo de la educación financiera
- A diferencia de otros proyectos similares, esta app aborda problemáticas regionales específicas, como el endeudamiento juvenil y las apuestas online
Compuesta por personas nacidas entre 1997 y 2012, la Generación Z creció con Internet como parte integral de sus vidas. Sus comportamientos y expectativas en relación a los servicios financieros y bancarios son notablemente distintos a los de las generaciones anteriores, lo que está llevando a las instituciones financieras a replantear sus enfoques.
Uno de cada 4 latinoamericanos pertenece a la Generación Z. Y la complejidad del segmento radica en que, una parte, son teenagers; pero los integrantes mayores ya ingresaron al mundo laboral; las instituciones financieras tienen un creciente interés en conocer y conectar con este grupo.
Pero el contacto con esta generación puede comenzar mucho antes de su inserción laboral, con el segmento más joven, y puede articularse involucrando a los padres. Así lo pensó el fundador de Aston, una plataforma diseñada para enseñar a la Gen Z a administrar las finanzas personales y también para involucrar a sus padres en el proceso, permitiéndoles supervisar los consumos de sus hijos en tiempo real.
Pero la visión de Aston va más allá de esta articulación intergeneracional, porque se enfocó en problemas específicos de nuestra región. La fintech se propuso combatir el endeudamiento juvenil, reducir el impacto de las apuestas online, y fomentar en los jóvenes el hábito de ahorrar e invertir (en lugar de gastar el 100% del dinero que reciben).
Educación financiera temprana
En un contexto donde la educación financiera y la inclusión se presentan como desafíos críticos, no es menor fomentar la educación financiera de los adolescentes.
Plataformas como Greenlight en Estados Unidos o GoHenry en el Reino Unido han abierto camino en este sector, ofreciendo herramientas para que los padres administren y supervisen los hábitos financieros de sus hijos. Estas apps permiten a los padres establecer límites de gasto, incentivar el ahorro y monitorear el uso de dinero, además de proporcionar educación financiera a los jóvenes.
“Aston promete expandir su base de usuarios e implementar nuevas funciones que potencien la inclusión financiera de millones de adolescentes en la región, empezando por Argentina, México y Brasil“, comenta Nicolás Fiorillo, fundador y CEO de esta fintech emergente, que hasta el momento fue fondeada con capital propio y de un inversor privado que cree en la visión de la compañía. En la web los usuarios pueden entrar en la lista de espera.
La fintech está en una etapa crítica de validación y crecimiento: “Vi una necesidad urgente en el mercado. Y una oportunidad de crear una herramienta accesible en toda la región que no solo eduque a los jóvenes sobre cómo gestionar su dinero de manera responsable, sino que también permita a los padres supervisar en tiempo real los movimientos de las cuentas de sus hijos entre 13 y 17 años. Aston fomenta el diálogo entre padres e hijos sobre el manejo responsable del dinero, fortaleciendo el proceso de formación financiera en un entorno familiar colaborativo”, concluye Fiorillo.
Otros productos para la Generación Z
En América Latina, los productos financieros dirigidos específicamente a la Generación Z están en una etapa emergente. Si bien algunas entidades financieras han comenzado a ofrecer cuentas bancarias para menores de edad, son pocas las que incluyen un componente educativo.
En países como Argentina, México y Brasil, se pueden encontrar algunas billeteras digitales y tarjetas prepagas para adolescentes, aunque estas soluciones suelen ser limitadas en términos de funcionalidades y control parental.
Entre los ejemplos más destacados están:
- Cuenta DNI (Banco Provincia, Argentina)
Una app que ofrece una cuenta para el segmento de 13 a 17 años. - Ualá (Argentina)
Ofrece tarjetas prepagas para adolescentes mayores de 13 años, con la posibilidad de que los padres supervisen los movimientos. - Mozper (México y Brasil)
Similar a Aston, Mozper está enfocada en brindar a los adolescentes herramientas financieras con la supervisión de los padres. Ofrece funciones de ahorro, gasto controlado y educación financiera. - Neobancos
Plataformas como Z1 en Brasil también están incursionando en productos para jóvenes, proporcionando cuentas digitales con tarjetas vinculadas y funciones de ahorro.
El desafío y la oportunidad en América Latina
La falta de educación financiera formal y la baja inclusión bancaria son un desafío en la región. “Queremos que las familias en América Latina tomen el control de su futuro financiero desde una edad temprana”, señala Fiorillo.
Al enfocarse en el ahorro, la inversión y el control del gasto, la fintech espera preparar a la próxima generación para manejar su dinero de manera responsable, contribuyendo a una mayor estabilidad económica en el futuro.