México ahorra 1,27 mil millones de dólares anuales gracias a los pagos electrónicos

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Pagos electrónicos

El Gobierno de México ahorra un total aproximado de hasta 17 mil millones de pesos mexicanos (1,27 mil millones de dólares estadounidenses) al año gracias al cambio a la distribución electrónica de las nóminas, las pensiones y las prestaciones sociales que paga el estado.

Así lo destaca un estudio comisionado por Better Than Cash Alliance, organización de entidades públicas y privadas y de la cual El Fondo de Desarrollo de Capital de las Naciones Unidas actúa como secretaría, México reportó un ahorro de 1,27 mil millones de dólares anuales al incorporar pagos electrónicos.

El estudio concluyó que la mayor parte de los ahorros proviene del pago de tarifas más bajas a los bancos que se encargaban de realizar las transferencias de dinero en efectivo, de los intereses devengados por el hecho de no tener que depositar los fondos con anticipo a los pagos, así como de la reducción en el volumen de pagos incorrectos o no autorizados. El estudio estima que el cambio de efectivo a pagos electrónicos ha ahorrado el equivalente a un 3,3 por ciento de los gastos relacionados con los salarios, las pensiones y las transferencias sociales, con la ventaja adicional de un aumento en la transparencia y, además, se han sentado las bases para que los servicios bancarios lleguen a quienes hoy en día tienen poco o ningún acceso a estos.

El Gobierno de México presentó los siguientes pasos para continuar con esta transición en México, incluyendo una propuesta de ley para el Congreso, la cual se aprobó, para centralizar los pagos de todos los maestros de primaria y secundaria de las escuelas públicas. El gobierno espera que este esfuerzo rinda ahorros adicionales de US $1,22 mil millones.

 México es uno de cinco estudios a nivel mundial y el primero en América Latina. Better Than Cash Alliance considera que el caso de México es un modelo para que otros gobiernos puedan adoptar iniciativas similares que les rindan beneficios concretos.

Entre otros países de Latinoamérica y el Caribe que están pasando por un cambio similar se menciona a la Argentina, pues en cuestión de transparencia, el pago de sobornos a funcionarios locales se redujo de 3,6% a 0,3%; Brasil logró un ahorro de gastos con el programa de bienestar social, Bolsa Familia, disminuyendo los costos administrativos del 14,7% al 2,4% del valor total de las asignaciones al mudarse a un programa de pago electrónico; Colombia abrió el camino a una inclusión financiera, en tan solo dos años, el 91% de los beneficiarios del programa Familias en Acción, ya tenía una tarjeta ligada a su cuenta de banco y Haití, después del terremoto de 2010, los incidentes de robo de las transferencias de efectivo se redujeron en más del 50%, debido al uso de dinero móvil

Una de las principales lecciones de la experiencia mexicana para otros gobiernos que consideren incorporar los beneficios de los pagos electrónicos es la naturaleza deliberada y planificada del cambio. Según el estudio, los ahorros eventuales han sido el resultado de un esfuerzo sostenido de 15 años de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco Central de México (Banxico) que incluyó el trabajo dirigido a centralizar y digitalizar los pagos. No obstante, a partir de 2010, el gobierno dio mayor prioridad al cambio, lo cual le imprimió un impulso considerable y dio lugar a un significativo progreso en el curso de los últimos tres años.

El éxito del cambio también partió del establecimiento del marco jurídico y la infraestructura tecnológica de apoyo a la transición, al tiempo que se mantuvo un impulso sostenido en los diversos organismos, e incluso a través de un cambio de partido gobernante.

Las principales lecciones del estudio de caso de México de la Better Than Cash Alliance incluyen:

 1.       Dedicarse a crear una solución centralizada y una plataforma de pagos digitales puede generar beneficios y eficiencia, como se logró en el caso de México.

2.       Es crucial contar con las infraestructuras jurídica y técnica adecuadas antes del cambio, con miras a lograr un esfuerzo coordinado.

3.       Un decreto gubernamental es útil a modo de impulso, pero el esfuerzo se debe sostener por líderes en altos cargos políticos y técnicos a lo largo del tiempo.

4.       El cambio por etapas, en lugar de todos los tipos de pagos a la vez, funcionó en el contexto mexicano y podría resultar exitoso en otros entornos.

5.       Si bien los objetivos de inclusión financiera no fueron el conductor principal para el cambio, constituyen resultados importantes de la digitalización de las prestaciones sociales y los pagos rurales.

6.       No todo el mundo se beneficia del cambio. La identificación anticipada de ganadores y perdedores, a fin de diseñar los incentivos apropiados, es parte fundamental de una exitosa estrategia de cambio.

7.       Los incentivos cuidadosamente diseñados a favor del cambio han ayudado a convencer a los destinatarios finales.

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