Latinoamérica busca facilitar pagos a personas de escasos recursos sin abrir la puerta al lavado de dinero y a la financiación del terrorismo, una estrategia analizada por 14 países que se reúnen en Asunción bajo el patrocinio del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), según informó EFE.
“Se busca impulsar ofertas como cuentas básicas de ahorro o pago electrónico que sean accesibles a poblaciones remotas. Pero deben de ir de la mano de medidas para impedir el lavado y la financiación del terrorismo”, dijo a Efe Juan Manuel Gustale, director de Riesgo de Lavado de Dinero del Banco Central de Paraguay.
“La idea es que avance la inclusión, pero sin descuidar la prevención respecto al lavado de dinero. Se trata de lograr un equilibrio entre ambos aspectos”, declaró.
De acuerdo con las reglas vigentes, las entidades de medios de pagos electrónicos (Empes) o las compañías telefónicas que realizan giros de dinero deben permitir la interoperatividad entre distintas compañías. Es decir, un usuario de Tigo Money debe realizar una transferencia sin inconveniente alguno a un usuario de la compañía Personal y viceversa.
Por su parte, Wilbert Luna, subdirector de la Secretaría de Hacienda de México, señaló al envío de remesas y divisas, así como a las cuentas de banca de inversión, como parte de las ofertas financieras con riesgo de ser usadas para ese tipo de delitos.
“Cada producto financiero puede conllevar riesgos en materia de lavado. En el caso de la telefonía móvil o de las nuevas monedas virtuales, el riesgo está en la no identificación del cliente”, indicó a Efe.