- Cae uso de tarjetas de crédito en América Latina, y ganan otros métodos alternativos, como billeteras digitales, y los pagos de persona a negocio (P2B)
- Se espera que estos métodos superen a las tarjetas en transacciones en línea para 2027
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El comercio digital en mercados emergentes está creciendo a un ritmo acelerado. La expansión de la clase consumidora y la digitalización de los pagos están impulsando este cambio
Durante décadas, las tarjetas de crédito fueron sinónimo de acceso financiero en América Latina y en todo el mundo. Sin embargo, la irrupción de las fintech ha transformado este panorama. La combinación de pagos en tiempo real, billeteras digitales y transferencias de cuenta a cuenta (A2A) ha reducido la dependencia de las tarjetas en mercados donde los servicios bancarios tradicionales no han logrado una cobertura total.
El estudio From P2P to P2B The new ways to pay merchants in emerging economies elaborado por la fintech EBANX, especializada en pagos internacionales, da cuenta de la evolución en materia de adopción de métódos de pago. Repasamos a continuación algunas de sus conclusiones.
Pagos digitales sin fricción: la nueva normalidad
La expansión de métodos de pago alternativos ha demostrado que la rapidez y accesibilidad son más valoradas que la estructura tradicional del crédito.
En Brasil, el crecimiento de Pix ha sido un caso paradigmático. Este sistema de pagos instantáneos desarrollado por el Banco Central ha captado más de 160 millones de usuarios en dos años, superando en adopción a las tarjetas de crédito en el país. De manera similar, en India, la UPI ha procesado más de 10.5 mil millones de transacciones solo en septiembre de 2023, convirtiendo los pagos digitales en el estándar para transacciones cotidianas.
En América Latina, el modelo de financiamiento de las tarjetas de crédito se enfrenta a una disrupción similar. Las fintech han impulsado modelos de crédito más flexibles, eliminando costos adicionales como las tasas de mantenimiento y las comisiones ocultas. La combinación de acceso instantáneo y financiamiento sin intermediarios ha creado una alternativa viable a las tarjetas tradicionales.
Según Payments and Commerce Market Intelligence (PCMI), el crecimiento del comercio digital en mercados emergentes alcanzará un 19% de tasa compuesta anual (CAGR) entre 2023 y 2027, muy por encima del promedio global del 9.5%.
Competencia entre bancos y fintech: un equilibrio en transformación
Las instituciones bancarias han visto cómo las fintech han capitalizado la demanda de soluciones de pago más eficientes.
Empresas como Mercado Pago, Ualá y Nubank han reducido la necesidad de las tarjetas de crédito al ofrecer líneas de financiamiento basadas en historial transaccional y comportamiento financiero en tiempo real. En lugar de depender de la evaluación crediticia tradicional, estas plataformas analizan patrones de gasto y establecen límites dinámicos de crédito sin los costos asociados a las tarjetas convencionales.
Este cambio ha obligado a los bancos a replantear su estrategia. En mercados como México, Colombia y Argentina, los bancos han comenzado a integrar pagos en tiempo real dentro de sus aplicaciones móviles y han flexibilizado sus productos de crédito para no perder relevancia ante la oferta de las fintech.
De acuerdo con el World Data Lab (WDL), la clase consumidora en América Latina representa el 60% de la población en 2024, y se espera que este porcentaje continúe creciendo, impulsando la demanda de soluciones financieras digitales.
Interoperabilidad y regulación: el papel de los gobiernos
El crecimiento de los pagos digitales ha impulsado una mayor regulación en la región. La interoperabilidad entre bancos y fintech se ha convertido en un tema central en países como Brasil y México, donde los reguladores buscan garantizar que los sistemas de pago sean accesibles y competitivos. Iniciativas como el CoDi en México han intentado replicar el éxito de Pix en Brasil, aunque con menor adopción hasta el momento.
La tendencia es irreversible: las fintech han convertido los pagos sin tarjetas en una alternativa viable para millones de personas. La presión regulatoria seguirá evolucionando para garantizar que los bancos tradicionales y las nuevas empresas compitan en igualdad de condiciones, pero el cambio en las preferencias de los usuarios ya está en marcha.
El futuro del crédito sin plástico
Las tarjetas de crédito no desaparecerán de inmediato, pero su rol en los mercados emergentes será cada vez más marginal. La velocidad y conveniencia de las soluciones fintech han demostrado ser más eficaces para satisfacer la demanda de pagos ágiles y financiamiento accesible. En América Latina, donde una parte significativa de la población sigue excluida del crédito tradicional, el futuro del financiamiento no dependerá de un plástico, sino de una infraestructura digital en constante evolución.
Según WDL, 697 millones de personas se sumarán a la clase consumidora en mercados emergentes hasta 2034, lo que representa una enorme oportunidad para el crecimiento del ecosistema fintech. En Asia, el gasto de los consumidores crecerá un 122% en los próximos 10 años, mientras que en África aumentará un 103% y en América Latina un 57%. Este incremento en el poder adquisitivo impulsará aún más el uso de pagos digitales y soluciones fintech.
Las fintech han demostrado que el acceso al crédito y los pagos digitales pueden existir sin la intermediación de las tarjetas. Bancos y emisores de tarjetas pueden resistirse a esta transformación, pero la realidad es innegable: en la economía digital, la relevancia se mide en velocidad, accesibilidad y adaptación a las necesidades del usuario. Quienes no entiendan esta dinámica corren el riesgo de volverse irrelevantes.