El poder de la identidad digital para el ecosistema fintech

Durante la Fintech Summit Latam 2023, especialistas intercambiaron ideas muy relevantes respecto a cómo se pueden cerrar las brechas de inclusión financiera y digital en la región y generar un marco de confianza y seguridad en los usuarios mediante el uso de soluciones basadas en inteligencia artificial y biometría

Un sistema sólido de identidad digital en las fintech y en el sector financiero en general, es una prioridad para el funcionamiento de los servicios tecnológicos financieros y para lograr la confianza de los clientes. En ese contexto la verificación de la identidad digital en las fintech toma un papel fundamental. Sin ésta no es posible garantizar la protección de los clientes contra el fraude y posibilitar las transacciones bancarias digitales seguras.

¿Cómo están las soluciones biométricas transformando la autenticación, el proceso de onboarding y la validación de la identidad digital en los servicios financieros? ¿Qué impacto han tenido en la seguridad y la experiencia del usuario? También es sabido que la identidad digital plantea cuestiones de privacidad y seguridad. Entonces, ¿Cómo están abordando las empresas fintech y bancos estos desafíos para garantizar que la información personal de los usuarios esté protegida mientras se aprovecha al máximo la identidad digital en los servicios financieros?

Los anteriores son sólo algunos de los interrogantes que se debatieron en el panel “El poder de la identidad digital (ID) para el ecosistema fintech” en el pasado Fintech Summit Latam, de la mano de especialistas en la temática: Bruno Rivadeneyra Sánchez (FacePhi), Edgar Iván Estrella Resendiz (Banorte), Fernando González Paulin (Trully) y con la moderación de Jorge Ortiz (tan tan). 

La ID como palanca a la inclusión

La identidad es un derecho fundamental de todo ser humano. Sin embargo, en muchos países del mundo, especialmente en América Latina, decenas de millones de personas carecen de alguna forma de identificación, lo que les impide acceder a servicios financieros (entre otros).¿Qué se puede hacer para solucionar este problema? La identidad digital aparece como la principal respuesta. 

“México, básicamente, es el peor país de Latinoamérica en inclusión financiera. Y cuando se habla de este tema, el ´brazo fintech´ se presenta como la gran promesa para poder llevar a la banca a todas las personas que tengan un dispositivo móvil. Pero, ¿qué es lo básico para abrir una cuenta, sea en una fintech o en un banco? Tener identidad. Si no tenemos identidad, no puedes abrir una cuenta. Y mucho más grave, tampoco puedes acceder a servicios médicos, a programas sociales, entre otros”, destacó Ortiz. 

En este marco, el especialista hizo referencia a un estudio de McKinsey donde se concluye que, en el mundo, hay más de 4 millones de personas que no tienen forma de identificarse digitalmente. “Con la identidad digital se pueden reducir hasta 110 mil millones de horas en trámites que hoy tienen que hacer de forma presencial porque no están habilitados para hacerlo de manera digital. Otro dato para la región: si se adopta la identidad digital se puede hacer crecer el PIB en 13%”, puntualizó Ortiz. 

La experiencia de la banca tradicional

Estrella Resendiz es director de Digital Strategies Onboarding y Universal Banking de Grupo Banorte. Desde su experiencia trabajando en la banca tradicional, asegura que los bancos “han tenido que acelerar los procesos” porque vienen empujados por las fintechs: “Cuando ves que alguien hace que las cosas sean más fácil y mejor, dices “¡Vaya!” Para nosotros al principio era una competencia, pues se veía como una competencia. Hoy son aliados, hoy tenemos convenios y trabajamos junto a ese segmento”, destacó. 

Concretamente sobre la identidad digital coincide en el retraso que tiene América Latina en este sentido y añade que “hay cuestiones culturales” que hacen que la brecha sea muy grande. “En Banorte estamos muy metidos en los temas de procesos de identificación biométrica, identidad de la persona y, sobre todo, en los procesos de originación”, aseguró.  

La identidad digital en América Latina

Por su parte, Bruno Rivadeneyra, Executive Account Manager de Facephi en Perú, brindó una mirada más regional de esta tendencia. En este sentido, remarcó que “existen características comunes” que se repiten en los países de Latinoamérica. 

El bajo nivel de inclusión financiera (enorme oportunidad para las fintech); los altos niveles de informalidad de la economía, en donde las personas prefieren pasar inadvertidas (no quieren que sus movimientos de dinero se visibilicen y prefieren seguir usando efectivo); el bajo nivel de educación digital (no les es familiar la tecnología); y por último, el cibercrimen (a pesar de las regulaciones del protección de datos personales, los datos se siguen filtrando). “Estos son los grandes retos que tenemos que afrontar como sector, cómo lidiar con esa desconfianza digital y cómo voltear el pastel”, sumó el especialista en soluciones de onboarding e identidad digital. 

 

Fuentes de información y compra de identidad

Fernando Gonzalez Paulin, Co-Founder & CEO en Trully, agrega una capa más a las problemáticas anteriores que tiene que ver con la “dificultad y la falta de acceso a las fuentes de información”. Es decir, de qué manera se puede acercar a una fuente de información única para poder comprobar la identidad de una persona. A esto, le suma otra cuestión a resolver: lo “asequible” que es comprar una identidad. 

“Existen grupos de Facebook donde se comparten identidades, grupos en Telegram donde venden INEs desde 10 pesos. Con 50 pesos me compro una identificación, aplico en dos, tres, cuatro instituciones el mismo día, saco créditos, me voy con 100, 200 mil pesos en la bolsa, o voy y los gasto quizás en algún comercio, retiro el dinero, lo convierto en criptos, lo muevo, se acabó el problema”, ejemplificó el especialista y agregó que las “instituciones financieras están perdiendo millones dólares todos los meses porque la información es muy asequible y fácil de comprar”. 

Otras conclusiones

 

  • Fraude interno y externo. Según la experiencia de Estrella Resendiz, la mayoría de los fraudes en los bancos se da por los empleados. Por más controles que haya en una institución, los fraudes internos y muchas veces por el desconocimiento de los clientes que aceptan y siguen las órdenes de llamadas fraudulentas. 
  • Evitar el mercado negro. No existe una base central de información ni tampoco el acceso a los datos de las instituciones. En la región, las reglamentaciones de los países con respecto a la protección de datos personales buscan reducir la posibilidad de que es información sensible sea desperdigada en un montón de sitios y que esos datos terminen filtrados en el mercado negro. 
  • Los datos, devuelta al usuario. Las tecnologías biométricas aparecen porque existiendo esa realidad. Una de las proyecciones indica que, lo que debería pasar más adelante, en el futuro, es devolverle al usuario la propiedad y el gobierno de sus datos (identidad autosoberana).

 

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