Economía Naranja: una ventana de oportunidades

  • Este sector genera el 3% del PBI mundial y el 2,2% del PIB de América Latina y el Caribe
  • Genera unos 30 millones de puestos de trabajo en el mundo
  • El sector representa una gran nicho para las empresas financieras de la región, porque su constante crecimiento y su capacidad exportadora

La llamada Economía Creativa o Economía Naranja comprende todos los sectores en los que el valor de los bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual.
Esto incluye una gran variedad de disciplinas y rubros ligados a la cultura y la generación de contenidos, entre los que se encuentran:

Arquitectura
Artes visuales y escénicas
Artesanías
Cine y series
Diseño
Producción editorial

Moda
Música
Publicidad
Producción de software y de videojuegos
Turismo cultural y gastronomía

Según un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo, este sector ahora constituye una de las áreas productivas con mayores tasas de crecimiento en la última década. Un dato muy significativo si consideramos que la mayoría de los sectores industriales y comerciales han sufrido intensos periodos de recesión y estancamiento.

Actualmente, la Economía Naranja representa el 3% del PIB mundial, emplea a más de 30 millones de personas y genera un estimado de US$2.250 millones a nivel mundial. Estas tendencias también se dan en América Latina y el Caribe, donde las industrias culturales y creativas generan ingresos de US$124.000 millones, 2.2% del PIB regional y 1.9 millones de puestos de trabajo.

La visión “Naranja”

Este concepto se acuña por primera vez en 2013. Durante una conferencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se presentó la publicación de un libro que trataba sobre la economía cultural y creativa. Una economía que los autores de dicho libro denominaron “economía naranja”. En este sentido, Iván Duque y Felipe Buitrago, consultores del BID, daban forma a un concepto que, presentaron como “una oportunidad infinita”. En paralelo a la economía verde, era necesario acuñar un concepto que reflejara la potencia productiva de la cultura.

Es dicha línea, se seleccionó el color naranja, dada la relación existente entre dicho color y el mundo de la cultura.

Productos financieros para la industria creativa

El sector creativo, como muchos otros, no cuenta con la cantidad de herramientas financieras que merecen su dinamismo y sus perspectivas de crecimiento.

Pero algunas algunas instituciones financieras han avanzado para cubrir las necesidades del sector:

  • Banca Ética
    Este red de empresas fintech desembarcó en 2020 en Brasil, Argentina y Uruguay, llevando productos de créditos sostenibles e inversión de impacto a través de modelos operativos adaptados a las regulaciones y mercados de latinoamericanos. Un 30% de su cartera de préstamos está invertida en la economía creativa.
  • Ya hemos reportado en Frecuencia Money sobre el lanzamiento de Tikeet, una plataforma SaaS que presentó un novedoso servicio Pay-To-Download comprendiendo las necesidades del sector de artistas y freelancers.
  • Willa una app enfocada en toda la problemática de la gestión de pagos de los freelancers.

La Economía Naranja en el mundo

  • En México, la industria audiovisual recibió una inversión extranjera de más de $680 millones de dólares para producir series y películas.
  • Una de las exportaciones más notables del Reino Unido, son los videojuegos. Por ejemplo, el Grand Theft Auto 5 que recaudó 1.000 millones de dólares en 3 días. 
  • Canadá ofrece desde hace tiempo créditos fiscales para atraer la producción de cine y vídeo

Según otro estudio del BID, titulado “Emprender un futuro naranja”, una característica que resalta de los profesionales creativos es que suelen ser personas con un alto nivel de formación (han invertido mucho en su propio capital humano), pero están obligados a combinar diversas formas de trabajo precario –a tiempo parcial, múltiples proyectos independientes, etc.–, con contratos atípicos, para conseguir un cierto nivel de ingreso.

Por eso, es tan necesaria la creación de mecanismos que faciliten la formalización e inclusión financiera de estos trabajadores, para permitirles acceder a beneficios a los que actualmente no califican y abrirles las puertas a mercados nacionales e internacionales.

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